Catar café es mucho más que simplemente beber una taza de café. Es sumergirse en un mundo de aromas, sabores y texturas, explorando las complejidades de los granos de café y cómo se combinan para crear una experiencia única en cada taza.
Para los principiantes que desean adentrarse en este fascinante mundo, aquí hay una guía básica sobre cómo catar café.
Selección de Granos de Café:
Comienza por elegir una variedad de granos de café de alta calidad. Puedes optar por granos de diferentes regiones y calidades, como cafés de altura Chiapas, Oaxaca y Veracruz, arábicas, robustas, descafeinados, etc. para experimentar una amplia gama de perfiles de sabor.
Preparación del Café:
Utiliza un método de preparación que resalte las características únicas de cada café. El método que más comúnmente se utiliza para realizar catas de café es el método de vertido. Para ello deberás moler 13.7 gramos de café, colocarlos sobre una taza y verter 250 mililitros de agua a punto de ebullición. Debes dejar reposar aproximadamente 4 minutos para que el café libere la mayor cantidad de sabores y aromas.
Aromas Iniciales:
Una vez pasados los 4 minutos deberás retirar la capa de espuma que se crea sobre la taza, ahora que el café está preparado, acerca tu nariz a la taza e inhala profundamente. Trata de identificar los aromas iniciales que se desprenden del café. Puedes detectar notas de caramelo, frutas, especias o nueces.
Evaluación Visual:
Observa el color y la claridad del café. ¿Es oscuro y opaco o claro y translúcido? Un café oscuro puede indicar un tostado más intenso, mientras que un café claro puede ser más delicado en sabor.
Catando el Café:
Toma un sorbo pequeño de café y hazlo circular en tu boca, permitiendo que todos los sabores y aromas se desplieguen en tu paladar. Presta atención a la acidez, el cuerpo y el sabor general del café. ¿Es ácido o suave? ¿Tiene un cuerpo ligero o pesado? ¿Puedes identificar sabores específicos, como chocolate, cítricos o frutas?
Se recomienda tener junto una taza con únicamente agua caliente para poder enjuagar la cuchara en cada sorbo y así evitar mezclar sabores entre cada taza.
Retrogusto:
Después de tragar el café, presta atención al retrogusto que deja en tu boca. ¿Persisten los sabores por un tiempo prolongado o desaparecen rápidamente? El retrogusto puede darte pistas sobre la calidad y complejidad del café.
Comparación de Cafés:
Para mejorar tu capacidad de catar café, prueba diferentes variedades lado a lado y compara sus perfiles de sabor. Esto te ayudará a desarrollar tu paladar y a apreciar las sutiles diferencias entre los cafés.
Tomando notas:
Lleva un diario de cata donde puedas registrar tus experiencias con diferentes cafés. Anota los aromas, sabores, cuerpo y regusto de cada café que pruebes. Esto te ayudará a recordar tus preferencias y a refinar tus habilidades de cata con el tiempo.
Experimentación Continua:
No tengas miedo de experimentar con diferentes métodos de preparación, variedades de café y niveles de tostado. La cata de café es un viaje de descubrimiento constante, y cada taza te ofrece la oportunidad de aprender algo nuevo sobre este apasionante mundo.
Conclusión:
Catar café es una experiencia sensorial gratificante que te permite explorar la diversidad y complejidad del café. Con práctica y paciencia, podrás desarrollar tu paladar y convertirte en un catador de café. ¡Así que adelante, sumérgete en el mundo del café y disfruta del viaje!